Quién está detrás de las criptomonedas

Un apasionado de los videojuegos, un actor de Disney, un matemático ‘youtuber’… Éstos son los creadores de las divisas digitales que quieren destronar al bitcoin, cuyo origen sigue siendo un misterio.

«Si no te lo crees o no lo entiendes, no tengo tiempo para intentar convencerte. Lo siento». Así zanjó Satoshi Nakamoto, allá por 2010, un intercambio de mensajes en Internet en el que se dudaba de la rapidez y seguridad con la que se podían realizar transacciones a través del bitcoin. Si ahorrar minutos y trámites innecesarios había sido una de las razones por la que había creado este producto, hoy coronada como la mayor criptomoneda del mundo, el tener que dedicar parte de su propio tiempo a defender las bondades de su invención lo veía una exigencia completamente prescindible.

Sin embargo, lo que sí le está llevando bastante tiempo a Nakamoto, incluso años, es convencer de su auténtica identidad a la legión de admiradores que tiene el bitcoin. Esto, claro está, siempre que se dé por bueno que la persona que se esconde tras este seudónimo es Craig Wright, un ingeniero informático nacido en Australia que en 2016 aseguró ser el fundador de la divisa digital que ha revolucionado los mercados.

Esta misma semana, un jurado de Florida se posicionó de su lado en una batalla legal que inició la familia de David Kleiman, amigo ya fallecido de Wright, y que, según defienden sus allegados, colaboró en el minado de los primeros bitcoins. En este proceso judicial había en juego 1,1 millones de las primeras unidades que fueron creadas de esta criptodivisa, botín con un precio de mercado de 50.000 millones de dólares (44.300 millones de euros). De haberse resuelto en favor de Kleiman, la mitad habría ido a parar a manos de su familia.

Ahora que el caso se ha saldado de manera favorable para sus intereses, los miembros de la comunidad bitcoin esperan que Wright, como había prometido, ofrezca pruebas que le acrediten como el fundador de esta criptomoneda. Pero los precedentes no invitan a ser optimistas. El 4 de mayo de 2016, sólo dos días después de autoproclamarse su creador y afirmar en su blog que mostraría «una serie de argumentos que sentarán las bases de esta extraordinaria afirmación», borró dicho anuncio y se limitó a decir que no tenía fuerzas para dar el paso. «A medida que avanzaban los eventos de esta semana y me preparaba para demostrar las pruebas de acceso a las claves (de bitcoin) más tempranas, me rompí. No tengo fuerzas; no puedo», afirmó.

En otra ocasión, Wright convocó a la prensa y, aparentemente, firmó un mensaje utilizando la clave privada asociada a la primera transacción del bitcoin. Sin embargo, varios expertos en la materia apuntaron a que la prueba criptográfica de la demostración era inválida y que el ingeniero informático había recurrido a «tácticas de mago amateur» para engañar a los periodistas que le acompañaban en ese momento.

A estas pruebas fraudulentas se suman las numerosas críticas del fundador del ethereum, Vitálik Buterin, quien en repetidas ocasiones ha desacreditado los conocimientos de Wright sobre el blockchain, la tecnología que utilizan las criptomonedas. En 2018, tras una conferencia sobre el crecimiento del bitcoin, Buterin no dudó en levantarse entre los asistentes y coger un micrófono para calificar de «absolutamente falsa» una de las afirmaciones de Wright. Dos años más tarde le definió como «una especie de Donald Trump«.

La incapacidad de Wright para acallar las voces de quienes dudan de su credibilidad cinco años después de que se diera a conocer al mundo no hace más que fortalecer la opinión de sus detractores. A raíz de la sentencia de esta semana, éstos tienen una oportunidad más para ver si cumple su palabra y ofrece pruebas veraces o, por el contrario, no tiene tiempo para intentar convencerles.

 

¿QUÉ O QUIÉN ES SATOSHI NAKAMOTO?

 

Las teorías alrededor del creador del bitcoin van camino de igualara las creadas sobre el asesinato de J. F. Kennedy. Algunos miembros de la comunidad cripto han llegado a creer que se trata de un acrónimo conformado por cuatro compañías tecnológicas: SamsungToshibaNakamichi y Motorola. La obsesión de otros les ha llevado a estudiar los horarios en los que Satoshi Nakamoto publicaba sus mensajes en el foro de bitcoin para deducir que, si era una persona con hábitos de sueño habituales, se encontraba en la costa este de Norteamérica. Otra facción de sus seguidores ha visto en el anonimato una forma de esquivar problemas con la justicia, dado el precedente de anteriores creadores de monedas privadas como Bernard von NotHaus con el Liberty Dollar.

Entre las personas a las que se les ha atribuido en algún momento el mérito de crear esta criptodivisa, Hal Finney, ingeniero informático que falleció en 2014 por ELA, fue uno de los primeros candidatos. Pese a ser el primero junto a Nakamoto en utilizar el software de bitcoin, éste siempre negó tal condición, y a pesar de mostrar correos hablando con él, se llegó a especular con que se trataba de un usuario falso del que Finney se servía para mantener su anonimato. Éste lo desmintió antes de fallecer, asegurando que mientras mantuvo correspondencia con Nakamoto pensó que trataba con «un joven de ascendencia japonesa muy inteligente y sincero».

Daba la casualidad de que a pocas manzanas de su casa en Temple City (California) vivía Dorian Prentice Satoshi Nakamoto (en la imagen), un informático que trabajó en proyectos confidenciales de defensa nacional y que en la década de los 90 se convirtió en libertario, tras ser despedido en dos ocasiones. A pesar de que un malentendido en una entrevista provocó que se atribuyera la creación del bitcoin, éste lo negó rápidamente, al igual que el verdadero Nakamoto, que en 2014 reapareció en las redes tras cinco años de silencio para decir: «No soy Dorian Nakamoto».

Otro nombre que se ha asociado con la fundación del bitcoin es el de Nick Szabo, un informático que también se involucró de manera temprana en el proyecto de bitcoin y que en 1998 creó un sistema para una moneda descentralizada llamado bit gold. Un periodista de The New York Times llegó a afirmar en 2017 que «la evidencia más convincente» apuntaba a que Szabo era quien se escondía tras el seudónimo de Satoshi Nakamoto, pero éste lo ha negado en más de una ocasión.

¿Existe, por tanto, algún modo de identificar al auténtico creador de la mayor criptomoneda del mundo? Vitálik Buterin explicó que la manera más sencilla sería «crear una firma digital en el bloque génesis del bitcoin y hacerla pública» para que todo el mundo pueda corroborarlo. Es decir, acceder a los primeros bitcoins minados de la historia.

 

El niño prodigio apasionado de los videojuegos

Vitálik Buterin  logró con apenas 21 años lanzar al mercado su propia criptomoneda, el ethereum.
Vitálik Buterin logró con apenas 21 años lanzar al mercado su propia criptomoneda, el ethereum.

Vitálik Buterin tiene una apariencia que recuerda a Sheldon Cooper, el famoso personaje de The Big Bang Theory. De padres rusos que emigraron a Canadá en busca de mejores condiciones laborales, su inteligencia hizo que desde Primaria se le incluyera en un programa para niños con un elevado coeficiente intelectual. Fue en plena adolescencia cuando comenzó su animadversión por los sistemas centralizados. En esa época, su mayor pasión era el videojuego World of Warcraft, al que dedicaba tantas horas que su rendimiento académico se resintió. Pero aprovechando una actualización, la compañía Blizzard decidió rebajar el poder de su personaje favorito. «Lloré hasta quedarme dormido, y ese día me di cuenta de los horrores que pueden traer los servicios centralizados. Pronto decidí dejar de jugar», afirmó años después. Al poco tiempo de alejarse de esta afición conoció de la existencia del bitcoin gracias a su padre.

La criptomoneda le causó tal fascinación que comenzó a colaborar en un blog sobre ella a cambio de cinco bitcoins por artículo, unos 3,5 dólares. En 2012 tuvo tiempo de lanzar la edición impresa de Bitcoin Magazine, una publicación que él mismo había fundado un año antes, y de ganar la medalla de bronce en la Olimpiada Internacional de Informática. Un año más tarde redactó el libro blanco del ethereum. La plataforma y su criptomoneda, la segunda mayor del mercado, fueron lanzadas en julio de 2015. Para él, su potencial no deja lugar a dudas. «El bitcoin es excelente como concepto de dinero digital, pero su código es demasiado débil para que se pueda construir sobre cualquier tipo de aplicaciones avanzadas serias», advierte.

 

El actor de Disney y candidato a presidente

Brock Pierce es el impulsor del tether.
Brock Pierce es el impulsor del tether.

Somos los mejoresEl hijo del presidenteVuelven los mejores… no son precisamente las películas más populares de Disney de la década de los 90, pero a Brock Pierce le sirvieron para labrarse una carrera en la industria cinematográfica. Corta, eso sí, porque en 1997, con sólo 17 años, abandonó el negocio para entrar como socio en Digital Entertainment Network (DEN), una empresa que en los albores de Internet quiso distribuir contenido entre públicos muy específicos y que acabó quebrando. Luego lanzó junto a Steve Bannon, el polémico asesor de Donald Trump, un fondo de capital riesgo, aventura que acabó con una demanda colectiva y con Pierce teniendo que desvincularse de ella.

Tras un paso más exitoso por el sector de los videojuegos, actualmente es una de las personas más ricas del universo ‘cripto’. Su fortuna en 2018 rondaba los 1.000 millones de dólares y este éxito se debe al tether, que entra dentro de la categoría de ‘stablecoin’, divisas digitales diseñadas para evitar la extrema volatilidad que padece el bitcoin. Lanzada en 2014, actualmente es la cuarta mayor criptomoneda del mundo. El vínculo de Pierce con el tether no fue muy duradero, ya que desde 2015 se embarcó en otros proyectos, como servir de asesor técnico en la serie Silicon Valley, de HBO. En 2018 cofundaría EOS, una criptodivisa que en su oferta pública inicial, que también ha levantado sospechas en los tribunales, captó 4.000 millones de dólares. Dos años más tarde se presentó a las elecciones de EEUU, destinando 3,7 millones de dólares a una campaña que no le sirvió ni para alcanzar el medio millón de votos. Defensor de una «América 2.0» que abrace las nuevas tecnologías, pretende utilizar las criptomonedas para implantar una renta básica universal.

 

El Steve Wozniak de las criptomonedas

Charles Hoskinson fundó el cardano.
Charles Hoskinson fundó el cardano.

Cazar con águilas en Mongolia, hacer ayunos de una semana y las cámaras criogénicas. Éstos son los pasatiempos favoritos de Charles Hoskinson, quien no obstante suele disponer de pocas horas para el ocio. «Realmente no tengo fines de semana», afirma, aunque en una ocasión sacó los minutos necesarios para jugar al fútbol con un elefante. Además, le gusta denominar a los equipos de trabajo de su empresa con el nombre de grandes matemáticos de la historia. Se define a sí mismo como un Steve Wozniak -cofundador de Apple-, ya que su trabajo es «configurarlo todo», y es la principal mente que está detrás del cardano, la sexta mayor criptomoneda por capitalización. Su lanzamiento tuvo lugar en 2017, aunque empezó a desarrollarse en 2015, después de que Buterin apartara a Hoskinson del ethereum. El primero quería que la plataforma no tuviera fines lucrativos en un primer momento, mientras que el segundo quería explotar su potencial comercial.

Su fe en la tecnología blockchain le llevó a defender en el Foro Económico de Davos de 2020 el potencial de esta tecnología, que provocará «un verdadero cambio social» cuando se extienda masivamente. Esto sucederá tarde o temprano, según él, ya que «hay alrededor de media docena de criptomonedas de tercera generación que hacen lo que hace bitcoin y mucho más, pero no consumen la misma cantidad de energía». Su visión sobre éste y otros temas los comparte en su canal de YouTube, que cuenta con 298.000 seguidores. Cuando éstos eran más de 150.000, Hoskinson asegura que ya le reconocían en los aeropuertos. Fuera de Internet, ha participado en 102 trabajos de investigación relacionados con las criptomonedas que han servido para crear «sólidos fundamentos teóricos», según él.

 

El asesino del ethereum y enemigo de Apple y Google

Anatoly Yakovenko creó solana.
Anatoly Yakovenko creó solana.

«Aterrorizado». Así asegura Anatoly Yakovenko que se sintió cuando su hermano tuvo que ir alistarse en el ejército de la extinta Unión Soviética para combatir en la guerra de Afganistán. De su animadversión al régimen comunista se explica que para él su principal objetivo sea impulsar una plataforma en la que cada uno tenga «la libertad de hacer lo que quiera. Eso es más importante que cualquier medida de éxito». Dicha plataforma es solana, cuya criptomoneda es la quinta mayor del mundo. La creación de este exingeniero de Qualcomm se ha dado a conocer entre la comunidad ‘cripto’ como el asesino del ethereum, ya que al igual que el proyecto de Buterin, pretende tener una utilidad en la vida real para el desarrollo de aplicaciones tecnológicas, pero sus costes son mucho menores. No obstante, odia que se le denomine de ese modo.

A quien de verdad quiere desbancar Yakovenko de su trono es a Apple y Google. Públicamente ha celebrado que las plataformas de criptodivisas sean capaces de generar dinero sin necesitar a estas grandes tecnológicas. «No roban los datos de nadie. No te monetizan como persona», ha remarcado. «Poseer un NFT -token no fungible, por sus siglas en inglés-y negociar con él es lo que genera ingresos en la comunidad». Su ambición no queda aquí, ya que quiere que solana, además de un lugar donde se puedan comprar «cohetes espaciales», desplace al Nasdaq como el gran mercado bursátil de los valores tecnológicos. «Tenía la visión de que íbamos a matar al Nasdaq. La realidad es que el espacio ‘cripto’ va a superar a los mercados tradicionales sin tocar nada», sentencia.

 

Un gran crítico de su propia creación

Jackson Palmer lanzó el dogecoin junto a Billy Markus.
Jackson Palmer lanzó el dogecoin junto a Billy Markus.

«La criptomoneda es una tecnología hipercapitalista, inherentemente de la derecha, construida principalmente para amplificar la riqueza de sus defensores a través de una combinación de evasión fiscal, supervisión regulatoria disminuida y escasez impuesta artificialmente». Ésta es la opinión de Jackson Palmer, fundador del dogecoin junto a Billy Markus. Esta criptodivisa, que se ha hecho famosa por tener la imagen de un perro Shiba Inu y contar con el respaldo de famosos como Elon Musk o Snoop Dogg, nació como una iniciativa de estos dos exingenieros de IBM y Adobe. Ambos buscaban crear una divisa digital que, a diferencia del bitcoin, no fuera utilizada para comerciar con armas y drogas en la deep web. De hecho, la inspiración les surgió a raíz de una moneda utilizada en el Animal Crossing, un popular videojuego de Nintendo. Palmer dejó el proyecto en 2015, precisamente el año en el que Markus vendió todas sus criptomonedas -principalmente litecoins, dogecoins y bitcoins- para comprarse un Honda Civic usado por 10.000 dólares. Actualmente, él tampoco sigue vinculado a dogecoin, aunque ha lanzado una colección de NFT del famoso perro Shiba Inu.