Sareb dice que podría ganar dinero tras el ahorro de costes

Javier García del Río, director general de Sareb. JMCadenas EXPANSION

García del Río rechaza una rebaja de precios por el Covid y prevé ahorros de 300 millones tras renegociar con los ‘servicers’.

Sareb no descarta dar beneficios en alguno de los siete años de vida que le quedan por la reducción de costes financieros y, sobre todo, por el ahorro motivado por un cambio estratégico en su relación con los servicers, explica el director general de la sociedad, Javier García del Río (Córdoba, 1977), cuyo nombramiento como consejero delegado se aprobará en la junta que la compañía celebrará el próximo otoño.

García del Río personifica el viraje de Sareb para convertirse en una inmobiliaria. Tomó las riendas del negocio diario de la sociedad un mes antes de la pandemia. Procede de Solvia, uno de los servicers a los que Sareb asignó la gestión de su cartera. «Esperamos una significativa reducción de nuestros costes financieros y de los gastos de gestión, y confiamos en que la recuperación del mercado acompañe nuestra actividad», expone, para después anticipar que estas vías reducirán «significativamente» las pérdidas de la sociedad, que elevó sus números rojos un 8% en 2019, hasta los 947 millones.

La mayor dificultad de gestión en Sareb son sus elevados costes fijos, que superan los 600 millones. Sareb quiere ahorrarse 300 millones hasta 2027 tras renegociar con los servicers con los que trabaja.

García del Río tiene el reto de buscar nuevas fórmulas para deshacerse de más de 100.000 activos inmobiliarios, la misma cantidad que ha vendido la sociedad desde que se creó en 2012.

¿Más plazo?

«Sareb tiene fecha de terminación en 2027 y tenemos un plan de negocio que nos permite con cierto apoyo puntual de venta institucional llegar a ese final», señala el directivo, que admite que el tiempo es una variable que juega a favor del conocido como banco malo. «Nos tenemos que manejar con 2027, pero es cierto que cualquier extensión sería positiva para la sociedad», asegura.

El Estado, a través del Frob, inyectó más de 2.000 millones en Sareb. El Frob, dueño del 45,9% de Sareb, da por perdidas estas ayudas, pero García del Río cree que hay tiempo y vincula la recuperación de las ayudas a la evolución del mercado inmobiliario. «Sareb hizo un cambio de plan de negocio hace dos años reforzando la gestión inmobiliaria. Se trata de compensar con la gestión un precio caro de compra de los activos», defiende.

Sareb, además, mantiene los planes para su promotora pese al Covid y no contempla bajar los precios. «El Covid solo aporta una dosis adicional de prudencia en algunas decisiones pero sin cambios en la hoja de ruta», explica.

Sareb lanzó hace un año Árqura Homes con el propósito de invertir hasta el año 2027 2.238 millones en la promoción de 17.095 viviendas. «Lo que hacemos es internalizar el margen promotor en Sareb, con una cesión del 10% al minoritario», apunta. Sólo en 2020 el banco malo prevé entregar 651 viviendas, de las cuales 403 procederán de Árqura. La promotora, que se instrumentó a través de un Fondo de Activos Bancarios (FAB), está participada en un 10% por el fondo Värde Partners y gestionado por Aelca.

Asegura que vender una parte del FAB no es una opción en este momento y que el plan pasa por un desarrollo industrial de la cartera de suelo, lanzar promociones y venderlas la cliente final. Aunque apostilla: «Siempre escuchamos al mercado». «Si nos dan una alternativa mejor financieramente, y que no se había considerado antes, lo consultaremos con el minoritario y nos lo pensaremos», matiza.

García del Río niega que la sociedad sea un «liquidador agresivo» y asegura que no bajarán sustancialmente los precios. En cuanto a la relación con los servicers indica que mantendrán los contratos firmados en el ‘modelo Íbero’ hasta 2022, cuando vencen, mientras avanza en el ‘proyecto Esparta’ para «aportar más valor». «Algo de concentración es conveniente, será muy difícil trabajar con un único servicer», anticipa. Ante la posible creación de un banco malo europeo, cree que sería bueno con una gestión especializada para maximizar el valor de los activos.