La banca bloquea fondos de la inmobiliaria

Antigua promoción inmobiliaria de Popular.

La sociedad entra en incumplimiento de ratios financieras del crédito sindicado de 7.300 millones suscrito hace tres años para crear la ‘joint venture’. La Agencia Tributaria reclama a Quasar deudas de Reyal Urbis.

Quasar, la sociedad de Santander y Blackstone que agrupa la antigua cartera dañada de Popular y es propietaria del servicer Aliseda, ha entrado en situación de incumplimiento de ratios asociadas al crédito sindicado de 7.300 millones de euros que suscribió hace tres años.

Para constituir la sociedad, el banco y el fondo estadounidense aportaron en 2018 cerca de 3.000 millones en capital y formalizaron este préstamo que vence en 2023 y que tiene un tipo de interés de euribor a un año más un margen entre el 3,15% y el 3,25%.

«Determinados supuestos, como ratios de LTC (loan to cost) superiores al 75% o deudas netas pendientes de amortizar superiores a las recogidas en los calendarios de deuda neta pendiente máxima, determinan la existencia de un cash trap event o cash sweep event en virtud de los cuales el 100% de los flujos excedentarios de los proyectos pueden ser barridos o quedar atrapados en cuentas bancarias restringidas«, señalan las cuentas consolidadas de 2019 de Quasar, las últimas disponibles.

«Al cierre de 2019, el grupo incumple una de las ratios asociadas al préstamo sindicado. Como consecuencia de ello, se encuentra en situación de cash trap event, es decir, el grupo debe retener la totalidad de los flujos excedentarios sin la posibilidad de disponer de ellos en una cuenta denominada cash trap account«, indica el informe.

Riesgo

El crédito sindicado está liderado por Morgan Stanley y Deutsche Bank. En él también participa Blackstone, que a través de una de sus filiales tiene una exposición de 1.000 millones. Esta filial ha modificado en el último año el ráting del crédito de Quasar, dentro del sistema interno con el que mide el riesgo de su cartera. Cataloga los préstamos de 1 a 5, de menor a mayor riesgo. El crédito de Quasar tenía hasta ahora un ráting 3 (riesgo medio). A cierre de 2020, como consecuencia del impacto del Covid, está registrado como categoría 4 (riesgo alto).

Del importe de 7.300 millones, el saldo pendiente a cierre de 2019 era de 6.595 millones. El calendario estimado prevé la amortización de 909 millones en 2021 y otros 5.381 millones entre 2022 y 2023.

Quasar perdió 1.229 millones en 2019, lastrada por sus elevados gastos operativos y financieros, además de por las cargas por el deterioro de su cartera de inmuebles y créditos. La ralentización del mercado inmobiliario ya vista en 2019 y la posterior crisis sobrevenida del Covid han trastocado en tres años el escenario de la compañía, que está revisando su plan de negocio original.

Blackstone controla el 51% de la compañía y Santander, el 49% restante. Desde su creación, el banco ha devaluado esta participación desde 1.701 millones hasta 956 millones. Además, desde el punto de vista contable y desde septiembre, Santander ha dejado de clasificarla como empresa asociada por no tener influencia significativa sobre la gestión. A finales del pasado año, sus representantes en el consejo de administración abandonaron la compañía, rompiendo el statu quo con el que nació la alianza en 2018.

Deudas de Reyal Urbis

Por otra parte, la Agencia Tributaria ha reclamado a la sociedad deudas de Reyal Urbis por la vinculación con Corporación Financiera Issos. Esta compañía estuvo ligada en el pasado a José Ramón Carabante, empresario inmobiliario que trabajó con Popular.

«La Agencia Estatal de Administración Tributaria ha notificado a la filial del Grupo Corporación Financiera Issos un acuerdo de inicio de procedimiento y propuesta de acuerdo de derivación de responsabilidad tributaria (…) por el cual se le comunica la declaración de responsabilidad subsidiaria por deudas tributarias de Reyal Urbis, en su condición de antiguo consejero de Reyal Urbis», indican las cuentas.

«Con fecha 4 de noviembre de 2019, se ha recibido acuerdo de declaración de responsabilidad tributaria, por el que se desestiman las alegaciones presentadas por Corporación Financiera Issos y se declara a la sociedad responsable subsidiario del pago de las obligaciones pendientes de Reyal Urbis por importe de 18,96 millones», detallan las cuentas.

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