Como sector ligado al ciclo económico, el mercado inmobiliario se verá beneficiado y contribuirá a corto y medio plazo a esta recuperación del PIB español.
Resistiré, para seguir viviendo, soportaré los golpes y jamás me rendiré». Hace algo más de un año, la canción lanzada a finales de los 80 por el Dúo Dinámico se convirtió en himno popular de la resistencia al coronavirus, entonada por vecinos confinados desde los balcones y azoteas de toda España. Tras un año de pandemia muy duro a nivel sanitario y que nos ha dejado una grave crisis, el mensaje de «Resistiré» ha adquirido un aire profético si lo aplicamos a la recuperación de nuestra economía. Esta misma semana, la Comisión Europea ha elevado sus previsiones de crecimiento para España, que impulsará su PIB un 5,9% en 2021 y un 6,8% en 2022 gracias a la extensión de las vacunaciones y a la llegada de los fondos europeos, tras la caída del -10,8% de 2020.
Como sector ligado al ciclo económico, el mercado inmobiliario se verá beneficiado y contribuirá a corto y medio plazo a esta recuperación del PIB español. Según los últimos datos del Índice Inmobiliario de Fotocasa, España ha cerrado el primer trimestre de 2021 con un incremento trimestral del 1,1% y un incremento interanual del 2,9%, situando el precio de la vivienda en venta en 1.897 euros/m2, en el caso de inmuebles de segunda mano, que representan el grueso del mercado.
En términos anuales, estos crecimientos se dan en relación al primer trimestre de 2020, periodo en el que la pandemia todavía no había afectado a nuestra economía ni se había paralizado la actividad económica. Por consiguiente, la previsión de crecimiento a partir del segundo trimestre, periodo en el que tendremos cifras comparadas con los meses más duros del confinamiento, es todavía más optimista.
El parón económico iniciado con el confinamiento golpeó la actividad de compraventa, alcanzando caídas interanuales del 53% en mayo de 2020, cuando se registraron tan solo 22.394 operaciones, la cifra más baja desde 2013. No obstante, a partir de ahí, se observan incrementos mensuales, que llegan hasta el 10,1% en el caso de enero de 2021. Los datos muestran la gran capacidad de recuperación que ha tenido el sector inmobiliario y la rapidez con la que se ha dinamizado, dibujando claramente una recuperación en forma de «V» amplia o swoosh, parecida al logo de una conocida marca de ropa deportiva.
La incógnita del alquiler
Una de las previsiones más complicadas es la evolución del mercado del alquiler. En un año de pandemia, España ha experimentado un comportamiento dispar en las rentas, que bajaron durante el confinamiento y se recuperaron hasta septiembre (+12% interanual) para desplomarse en marzo, hasta cerrar el primer trimestre de 2020 con una caída de -3,6%. Estos descensos detectados en marzo sitúan el precio de la vivienda en alquiler en 10,45 euros por metro cuadrado al mes.
En enero de 2021, ya se detectó el primer parón del crecimiento interanual en el precio de la vivienda en alquiler después de 66 meses de subidas en cadena (de agosto de 2015 hasta diciembre de 2020), a causa de una caída de la demanda y un incremento de la oferta de alquileres, en parte por el trasvase a la modalidad residencial un 64% de los apartamentos turísticos. Por todo ello, la recuperación de los alquileres podría demorarse a final de año y dependerá del retorno a actividades presenciales y de la movilidad de ejecutivos, estudiantes universitarios o turistas.
Precios de compraventa al alza
Por otro lado, habrá que ver cómo se trasladará este incremento general de la compraventa y de los precios a nivel nacional a los mercados locales. Uno de los elementos que alimenta esta incógnita es hasta qué punto se ha incorporado un cambio de hábitos, como la implantación del teletrabajo y la tendencia a buscar alternativas con más espacio y menor precio fuera de las grandes ciudades.
Si nos fijamos en las cifras correspondientes al mes de marzo y poniendo el foco en el ámbito local, la evolución de los precios de compraventa de viviendas se ha recuperado en más de la mitad de capitales de España a nivel interanual, es decir, se encuentran también por encima del nivel al que estaban antes del estallido de la pandemia y el confinamiento. En esta fotografía, las principales plazas del mercado español, Madrid capital (-2%) y Barcelona capital (-4%) se encuentran entre las ciudades que todavía no se han recuperado en relación a marzo de 2020.
Con todo, tras los datos del primer trimestre del año, podemos decir que el mercado de la compraventa ya se ha recuperado, al menos parcialmente, tras el parón del confinamiento. Por lo que probablemente los precios continúen registrando pequeños incrementos mientras la demanda se mantenga latente.
Antes de la pandemia, la compraventa de viviendas había llegado a una fase de estabilización en la segunda mitad de 2019, tras cuatro años de crecimiento y una vez superada la llamada Gran Recesión. Tras el rebote que estamos viviendo de camino a superar la crisis del coronavirus, la evolución a medio plazo del sector inmobiliario nos debería devolver a esta fase previa de estabilización del mercado. Y es que como ya profetizó el Dúo Dinámico: «Soy como el junco que se dobla, pero siempre sigue en pie».